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Configuración del aula para el aprendizaje híbrido

Dar una clase híbrida. Fácil, ¿verdad? Pues no... Al haber alumnos en el aula y otros que trabajan desde casa, y para poder impartir una clase híbrida con éxito, los profesores tienen que equilibrar los métodos de enseñanza con la tecnología moderna y asegurarse que los mensajes que quieren transmitir funcionan en persona y por cable (o de forma inalámbrica).

El aprendizaje híbrido está en auge. Una técnica que en realidad ya existía antes de que las restricciones del COVID obligasen a todos los alumnos a trabajar desde casa, pero desde marzo de 2020, ha pasado a ser un método con el que cada vez más educadores trabajan y lo ponen en práctica. Y todo indica que ha venido para quedarse.

¿En qué consiste el aprendizaje híbrido? El aprendizaje híbrido es una técnica educativa en la que algunos alumnos participan en persona en el aula, mientras que otros acceden al aula de forma remota, online y simultáneamente.


¿Y cómo se prepara un aula para impartir una clase híbrida?

La creación de un aula híbrida exitosa depende en gran medida de la comunidad y la interacción que el profesor sea capaz de establecer. También depende de la tecnología que se utilice.

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Al igual que con cualquier instalación informática o audiovisual, las especificaciones y el equipamiento necesarios dependerán del tamaño y la forma del aula, del número de alumnos por clase y del presupuesto disponible. A la hora de preparar el aula, es importante tener en cuenta:

Cámaras: Es necesario tener al menos una cámara (webcam) en el aula para que los alumnos puedan ver todos los recursos que se utilizan durante la clase, no solo lo que aparece en la pantalla o delantera de la clase. Las cámaras deben colocarse estratégicamente y revisarlas con regularidad para garantizar que permiten una interacción total y, para conseguir el máximo efecto. Para garantizar el máximo efecto, la webcam orientada al profesor debe ser la de mejor calidad.

Espacio: puede que necesites distribuir el aula de forma diferente para garantizar que los que están en ella tengan espacio para moverse, y algo de espacio para estar más a solas, de forma que los alumnos en remoto se sientan implicados incluso cuando la atención está en otra parte del aula.

Videoconferencia: La herramienta que utilices para la comunicación y la colaboración desempeñará un papel importante para que los alumnos en remoto puedan seguir el ritmo de la clase presencial. También determinará qué cámaras necesitas, cómo se instalan y dónde. La plataforma que utilices dependerá de la que el profesor esté más acostumbrado a utilizar, pero también debe ser lo suficientemente sólida como para que los que se unan de forma remota puedan colaborar con el resto de la clase.

Audio: Debes poder escuchar a los que están en la clase y ellos a ti. Un micrófono de alta calidad y unos buenos altavoces marcan la diferencia y te ayudan a dirigir el sonido de la mejor manera posible.

Software: Para que tu aula funcione correctamente, también necesitarás el software de colaboración adecuado. Puede ser gratuito o con licencia. Algunas pantallas interactivas vienen preinstaladas con soluciones de software, y será clave encontrar una que te permita elegir el software que mejor funcione para tu entorno educativo.

Dispositivos conectados: Ya sean portátiles o de sobremesa, Chromebooks, iPads o cualquier otro dispositivo móvil, la clase híbrida debe estar conectada entre sí, idealmente de forma inalámbrica, con tecnología que permita aprovechar al máximo la experiencia. Si los dispositivos llevan cámaras, altavoces y micrófonos integrados, la inversión en periféricos será menor.

Pantallas interactivas: La pantalla interactiva elegida para el aula física ayudará a los alumnos a concentrarse, inspirarse, participar en lluvias de ideas y compartirlas. Como es evidente, la pantalla se puede compartir remotamente con los alumnos a través de la cámara y videoconferencia, aunque ahora hay soluciones que permiten a los dispositivos remotos conectarse a la gran pantalla, y ver lo que se muestra en tiempo real. En algunos casos, los alumnos también pueden realizar anotaciones en la presentación que aparece en la pantalla del aula desde su propio dispositivo.

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El mejor aprendizaje híbrido gracias a las pantallas educativas de Philips

La pantalla táctil interactiva Philips T-Line está diseñada con la colaboración de profesores y estudiantes para satisfacer los crecientes requisitos de la enseñanza híbrida semipresencial, lo que permite adaptar las pantallas educativas a los requisitos modernos, como una pizarra interactiva, el uso compartido de una pantalla inalámbrica o la videoconferencia.

T-Line de Philips, disponible en tamaños de 65, 75 y 86 pulgadas, está equipada con una amplia gama de funciones y prestaciones listas para su uso, lo que convierte las aulas tradicionales en un centro de interacción, impulsa la experiencia de aprendizaje y supera las barreras tradicionales.

Además, al ejecutarse con un sistema operativo Android, estas pantallas interactivas de nueva generación funcionan con el software que prefiera el profesor, lo que proporciona una familiaridad casi universal y garantiza que las lecciones se inician a tiempo con una distracción mínima. Y si hace falta integrar el software, i3LEARNHUB está disponible directamente desde la pantalla, lo que proporciona acceso instantáneo a una amplia gama de nuevas herramientas educativas y de colaboración, diseñadas para ayudar a los profesores a crear contenido personalizado, inspirador y repleto de funciones, para presentar durante las lecciones.

Cada pantalla cuenta con una verdadera interacción multitáctil, así como con tecnología de alta velocidad y un revestimiento de cristal optimizado para ofrecer una experiencia de escritura de alta calidad, lo que permite que varios alumnos interactúen física y simultáneamente con la pantalla (20 puntos de contacto), ya sea con las manos o, para mayor detalle, con un lápiz de varias puntas. También se pueden conectar un teclado y un ratón a las pantallas, y cuentan con la comptabilidad con la tecnología Active Pen.

Para que los alumnos tengan siempre una visión óptima de la pantalla, T-Line (que se ejecuta dese una conexión inalámbrica segura) permite hasta a 64 estudiantes conectar simultáneamente su propio dispositivo informático directamente a la pantalla, sea en el aula o en su propia habitación. Además, en la pantalla se puede compartir el trabajo de hasta cuatro dispositivos a la vez.

Para más información sobre las posibilidades de aprendizaje híbrido gracias a las pantallas T-Line de Philips, ponte en contacto con el responsable de ventas de PPDS.

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